Al cruzar el puente tibetano en Andorra se siente la grandeza de sentirse parte de la naturaleza. Este es el segundo puente de este tipo más largo del mundo y sus cifras, nunca mejor dicho, son de vértigo. Situado en mitad del paraje natural del Vall del Riu, su punto más elevado se sitúa a 158 m, una altura que equivale aproximadamente a un edificio de 45 pisos.
Para vivir lo que significa esta experiencia es mejor tener una buena relación con las alturas, si bien su estructura ha sido diseñada para proporcionar la mayor seguridad. En definitiva, no hace falta amar la aventura para caminar por el puente tibetano de Canillo en Andorra.
¿Qué es un puente tibetano?
Los puentes tibetanos constan de una estructura simple de tres cuerdas en forma de triángulo invertido, dos a manera de barandilla y una para recorrerlo con los pies. La razón por la que se llama puente tibetano se debe a su origen, en el Himalaya, donde estas suspensiones fueron concebidas únicamente para alcanzar lugares de difícil acceso. Por supuesto, el puente tibetano de Andorra es una experiencia emocionante y pintoresca pero también fácil de atravesar y segura. Su anchura es de un metro, lo que permite el paso en ambos sentidos, mientras su capacidad es para 600 personas.
¿Hay un puente colgante en Andorra con un nombre tan exótico? En efecto, y como cualquier atractivo turístico, tiene su particular historia. A pesar de compartir con otros puentes la técnica de suspensión en el aire, no todas las estructuras colgantes son iguales. Esto es porque se basan en la misma idea pero difieren en su uso, capacidad, complejidad y accidente geográfico que tienen que salvar.
Este tipo de estructuras se han erigido en toda una actividad de ocio propia de regiones montañosas de todo el mundo. En la actualidad, el puente tibetano más largo del mundo es el Sky Bridge de 721 metros, en la República Checa. En segundo lugar está el de Andorra, con 603 metros, y el tercero el de Castelsaraceno en Italia, con 586 metros.
Puente colgante de Andorra
La visita al puente tibetano de Andorra prevé cómo llegar haciendo uso de un mismo ticket. Su visita incluye un autobús cuya salida se realiza en el pueblo de Canillo y tiene una parada final a 900 m del puente. Este queda muy cerca del famoso Mirador del Roc del Quer, por lo que se pueden adquirir entradas simples o dobles con las que tener acceso a ambos puntos de interés. En este último caso, el precio de las entradas es de 15,50 euros por persona y los menores hasta 12 años y poseedores del carnet joven, 12,50 euros. Por separado, su visita cuesta 13 euros.
No obstante, saber cómo llegar al puente tibetano por cuenta propia no es difícil para quienes quieran dar un paseo. Hay varias opciones para ello. Se puede caminar hasta él desde el aparcamiento del Mirador del Roc del Quer, a una distancia de 550 m. Desde Canillo, se puede subir siguiendo el Camí de l’Armiana, recreándose en el increíble paisaje que lo rodea durante algo menos de 4 km. El acceso al puente tibetano no se puede hacer en coche.
En principio, el período del año durante el cual se abre el puente tibetano de Andorra es de junio a diciembre. Como recomendación, conviene consultar los horarios, puesto que pueden cambiar según el mes. Se cerrará al público en los casos en los que la meteorología suponga un riesgo para la seguridad.
¿Cuánto cuesta el puente tibetano de Andorra?
Acceder al puente tibetano tiene un precio de 13 euros si se compra la entrada sencilla, sin otra atracción incluida. Los menores de 12 años, inclusive, pagan 10 euros, y los dueños de carné joven y los mayores de 65 también pagan 10 euros. Los menores de 5 años tienen entrada gratuita y los residentes en Andorra un precio de 10 euros. Si se compra la entrada, en la web oficial del Puente Tibetano, junto con la del Mirador de Canillo, salen ambas atracciones por 15,50 euros la entrada individual. Los menores de 12 años pagarían 12,50 euros, así como los dueños de carné joven y los mayores de 65. Los menores de 5 años, inclusive, también pueden disfrutar de las dos atracciones gratis.
¿Cómo subir al puente tibetano de Andorra?
Lo primero que hay que saber es que, para llegar al segundo puente tibetano más largo del mundo, no se puede ir en coche. Así. Para poder disfrutar de esta impresionante obra de ingeniería, hay que tomar un autobús que se coge en el pueblo de Canillo, donde el Palau de Gel. Este servicio de autobús está incluido en la entrada y también hace salida y llegada en el Mirador de Canillo (o Mirador del Roc del Quer). También, para los más deportistas, existe la opción de ir en pie desde Canillo, a lo largo de un paseo de casi 4 kilómetros, de unos 45 minutos a pie, hasta el Pont Tibetá.
¿Qué sensaciones ofrece el puente tibetano de Andorra?
También hay que tener en cuenta que esta experiencia no se puede calificar de ‘extrema’ ni de un torrente de adrenalina, lo que no significa que no merezca, y mucho, la pena. Se trata de una actividad segura, que te aportará una gran sensación de vértigo, ligereza y liviandad, ya que al atravesar de punta a punta este puente, lo harás a 600 metros de altura y en una estructura estrecha que por momentos te hará sentir que vuelas.
Tan solo uno de los muchos atractivos de este pequeño país lleno de sorpresas.
¡Vive Andorra!